Crítica Silvio de Ferrari L (1998) - Spanish
Pedro Peschiera : la estética ausente de la significación
Pedro Peschiera nació en Lima, estudió dos años en la actual Facultad de Arte de la Católica (1973-75) y viajó a Suiza para continuar su formación en la Escuela Superior de Arte Visual y finalmente en la Universidad de Ginebra (Historia del Arte y literatura inglesa). Su largo período de formación – desde 1973 hasta 1987 – nos instruye sobre el compromiso que él a impuesto a su vida y su trabajo artístico en Europa. La quinta exposición individual (las cuatro anteriores fueron en Suiza), Pinturas y grabados, la realiza actualmente en el Centro Cultural de Miraflores con los auspicios de Pro Helvitia, Arts Council of Switzerland y otros sponsor invitados.
Una observación breve a las telas, nos daría el criterio de un trabajo riguroso que tiene como partida un academicismo frío, racional, meditado. Pero concediéndonos mayor tiempo y atención encontramos que su labor de abstracción y rigor recorren el gran panorama pictórico e incluso arquitectónico de la Europa del románico como la del siglo XV de Botticelli. A nuestro juicio, Manto III y Manto IV son dos concepciones monumentales de la arquitectura religiosa románica que cimentan un rasgo trascendente a través de una semántica que construye un enorme edificio simbólico. Es evidente el trazo figurativo en la silueta arquitectónica maciza, despojada de ornamentos y efectos ; salvo el « ojo » de la estructura luminosa superior, el tema se aleja de la instrumentalidad humana negando el acceso a un espacio que no ha sido racionalmente definido. Las puertas han desaparecido y el monumento no contiene un espacio interior. Es en este aspecto, donde se introduce el intertexto de la subjetividad del autor.
Es este aspecto singular de las obras el que otorga a la representación un valor y una singularidad a sus referentes. Pozo I y PozoV son una analogía del presupuesto de la voluntad que exhibe un rigor y mínimo detalle formal. El trabajo de abstracción se prolonga en Conca I y Conca IV, dos excelentes ejemplos de una reminiscencia del botticelliano mundo de Venus que relacionaba el eros con la vida y la creación humana. En la lectura que Peschiera realiza, el objeto, aislado del contexto histórico, adquiere un significado que da voz a una ausencia resolviendo el dispositivo pictórico y la propuesta mental en la que los postulados de la simetría han sido convenientemente trabajados y rigurosamente acabados con los contenidos simbólicos que escapan a todo tipo de definiciones y delimitaciones.
En un texto de Ludwig Wittegenstein « sobre la certidumbre », se afirma que «si comenzamos a creer en algo, esto no es una propuesta aislada, sino un sistema entero de propuestas ». El enunciado nos remite a un conjunto de obras, que como bien dice el filósofo alemán, conforman una propuesta coherente que permanece inalterable en la segunda sección conformada por los grabados. Las composiciones, denominadas por el autor familias o registros son « Mantos », « Hoyos », « Mesas o « Pozos ». Los fotograbados y las serigrafías confirman la creatividad de una empresa destinada a recordarnos la imposibilidad de constituir un « repertorio de significados vírgenes de toda contaminación cultural » (Catálogo).
La presentación de su quinta exposición individual nos da la ocasión de poder presenciar el modelo de paisajes, motivos o temas planos, despojados de otros elementos. Un formatismo singular y personal en el que se refunden una concepción clásica con otra moderna sin que esta estética, en su rigor, se encamine al enfoque crítico.
Técnicamente las obras han sido realizadas en la emulsión de témpera y huevo tratada con pigmentos puros. Es un buen momento para conocer un oficio depurado y riguroso a pesar de la dificultad que esa técnica impone a la riqueza de tonos y matices. Una obra sin concesiones de « mercado » sin caer en el elitismo del lujo debido a la sobriedad franciscana que le aparta de la ideología propia de la productividad. Los grabados a los que nos hemos remitido en las últimas líneas del comentario, son una rigurosa influencia de arte gráfico actualmente muy en boga en Europa. « Escritos » en palabras impresas sobre algunos grabados, la frase « No saliendo jamás del principio, se llega al fin » (worth/waste; flour/yeast), pone énfasis en un discurso que incluye/excluye y otorga un orden sin que ello implique maniatar y dirigir al espectador.
Si hablamos de lo incierto en el arte de fines del siglo XX, las pinturas y los grabados de Pedro Peschiera nos demuestran y confirman la ausencia de opiniones articuladas y teorías establecidas. Una opción para descubrir- a través de su obra- que nuestra percepción es cada ves más libre y que la incertidumbre frente a lo tradicional es uno de los aspectos que nos ubican en la estética de los nuevos referentes que sustentan la intención y los propósitos del arte actual.
Silvio de Ferrari Lercari
EXPRESO Noviembre 1998